jueves, 26 de octubre de 2017

"Ahora bien, si este algo negativo aparece ante todo como la desigualdad del yo con respecto al objeto, es también y en la misma medida la desigualdad de la sustancia con respecto a sí misma. Lo que parece acaecer fuera de ella y ser una actividad en contra suya, es su propia acción, y ella muestra ser esencialmente sujeto." Fenomenología del Espíritu, p. 26.

domingo, 22 de octubre de 2017

El salto de El proletariado a El proletariado es un arma privilegiada del materialismo lacaniano; una defensa radical contra las refutaciones puramente empíricas, apoyadas en lo singular-concreto, de la existencia de la lucha de clases.

sábado, 14 de octubre de 2017

El fantasma es la escena en la que el sujeto se presupone a sí mismo como sujeto.
Sobre la conciencia, la ciencia y la forma de su relación; sobre lo inmediato. Hegel nos habla con soberana actualidad sobre una relación patológica de coyuntura entre la conciencia y la ciencia. (Nótese: el IQ, el realismo racista, cierta corriente de las neurociencias...) La relación entre conciencia y ciencia puede ser, en su forma misma (su posición), ya mística.

"El que la conciencia natural se confíe de un modo inmediato a la ciencia es un nuevo intento que hace, impulsada no se sabe por qué, de andar de cabeza; la coacción que sobre ella se ejerce para que adopte esta posición anormal y se mueva en ella es una violencia que se le quiere imponer y que parece tan sin base como innecesaria. Sea en sí misma lo que quiera, la ciencia se presenta en sus relaciones con la autoconciencia inmediata como lo inverso a ésta,  o bien, teniendo la autoconciencia en la certeza de sí misma el principio de su realidad, la ciencia, cuando dicho principio para sí se halla fuera de ella, es la forma de la irrealidad." (G.W.F Hegel, Fenomenología del Espíritu, p.20)

La autoconciencia debe hacerse una con él. La pseudociencia no es sino esta "posición anormal" desde la cual la conciencia se sitúa con respecto a la ciencia, desde la cual "(...) la ciencia es solamente el contenido(...)": pura facticidad abstracta.

lunes, 9 de octubre de 2017

El trompe l'oeil de la apariencia con respecto a la Idea o la Cosa en sí es esbozado en su dimensión propiamente hegeliana por Lacan en su seminario XI, discurriendo sobre la pintura, la imagen y el fenómenos pulsional escópico. Cita Lacan la anécdota de dos pintores griegos que competían. Uno de ellos, Parrhasios, pinta un velo tan perfecto que su contendiente le pide que lo corra para permitirle ver qué hay tras él. Lo que había "tras el velo", sin embargo, era la posibilidad del velo de ser percibido como velo, como ocultamiento de la Cosa. Tras la apariencia no está das Ding, sino la posibilidad misma del engaño, del engaño transferencial: la calidad de apariencia de la apariencia. Para Hegel, la esencia es "la apariencia qua apariencia". Tras el velo tomado como apariencia no está sino la universalidad del acto reflexivo, haciendo del sujeto -como puramente negativo-, parte constitutiva del proceso: que lo verdadero se exprese no como sustancia, sino también como sujeto.
Hegel, en un recodo de su Fenomenología, al ponderar la frenología, respondió a un síntoma epistemológico y político de nuestra época, que, a pesar de ser de radical actualidad, no es nuevo: S. Chorover (Del génesis al genocidio, 1986) traza una línea histórica y lógica directa entre la frenología y las neurociencias vigentes. El reduccionismo materialista, el empiricismo, en una fascinación con la inmediatez y la facticidad, caen en un círculo fetichista y tautológico que pierde la complejidad y dimensión de un proceso, de una problemática. Esta causalidad fácil, esta fascinación con una forma fetichizada de la facticidad, este ánimo de reducir y "lobotomizar" los fenómenos a un objeto puramente concreto e inmediato se acercan (derogando en "fantasía" la conciencia o la libertad, desmitificando, revelando) , más bien, a una forma nueva de misticismo. Incluso este objeto  miserable (ya el cráneo, ya el cerebro, ya el genoma), este puro exceso corporal, esa materia purulenta, reclama su propio estatus: acaso ese pedazo de carne ha siempre ya desbordado las barreras que su propia condición miserable parece reivindicar. Que éstas no son su realidad.

"Cuando, por tanto, se dice a un hombre: tú (tu interior) eres esto porque tu cráneo tiene tal o cual constitución, eso sólo quiere decir una cosa, y es que yo considero un hueso como tu realidad. La réplica a semejante juicio mediante una bofetada, a que nos referíamos a propósito de la fisiognómica, hace, ante todo, que las partes blandas pierdan su prestigio y sean desplazadas de su situación y sólo demuestra una cosa: que estas partes no son un en sí verdadero, no son la realidad del espíritu -aquí, la réplica debería ir, en rigor, hasta hundir el cráneo de quien así juzga, demostrando así de un modo tan de bulto como lo es su sabiduría que un hueso, para el hombre, no es nada en sí, y menos aún, su verdadera realidad." (G.W.F Hegel, Fenomenología del Espíritu, p. 203)

domingo, 8 de octubre de 2017

"Si hay un sentido de la realidad, debe haber un sentido de la posibilidad." Robert Musil, El hombre sin atributos
"Lo más fácil es enjuiciar lo que tiene contenido y consistencia; es más difícil captarlo, y lo más difícil de todo la combinación de lo uno y lo otro: el lograr su exposición." Fenomenología del Espíritu, G.W.F Hegel, p. 9